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El desconocido pueblo de España situado sobre un acantilado que tienes que visitar este invierno

Un pueblo de Cataluña ubicado sobre un acantilado y que te dejará sin palabras

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Castellfollit de la Roca
Blanca Espada

Este es el destino más sorprendente, lleno de encantos y tesoros por descubrir que tienes que visitar este invierno. Situado sobre un risco basáltico de 50 metros de altura y casi un kilómetro de longitud, el pueblo de Castellfollit de la Roca, es uno de los más bonitos y pequeños de España. De origen medieval, te ofrece un patrimonio histórico y cultural que te va a conquistar y vistas alucinantes de los valles de los ríos Fluviá y Toronell. Te contamos todo sobre el desconocido pueblo de España situado sobre un acantilado que tienes que visitar este invierno.

Un pueblo sobre un acantilado y de origen volcánico

Castellfollit de la Roca forma parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, un territorio único en la Península Ibérica que alberga más de 40 volcanes y 20 coladas de lava. El origen del pueblo se remonta a miles de años atrás, cuando dos erupciones volcánicas sucesivas cubrieron la zona con capas de lava que se solidificaron y formaron el basalto, una roca de color oscuro y textura rugosa. Con el paso del tiempo, la erosión de los ríos Fluviá y Toronell fue esculpiendo el paisaje y creando el acantilado sobre el que se asienta el pueblo, conocido como la cinglera de Castellfollit. En este acantilado se pueden observar los prismas columnares, unas formas geométricas típicas del basalto que le dan un aspecto singular y fascinante.

El pueblo de Castellfollit de la Roca es un ejemplo de cómo la naturaleza y la humanidad pueden convivir en armonía, respetando y aprovechando los recursos del entorno. El basalto, además de ser un elemento paisajístico, ha sido utilizado como material de construcción y decoración desde la antigüedad, dando lugar a casas, calles, fuentes y murallas de gran belleza y solidez. El pueblo también ha sabido adaptarse a las condiciones climáticas y geográficas, creando un sistema de regadío, un molino de agua y un horno de pan, que todavía se conservan y se pueden visitar.

Un pueblo de historia y tradición

El pueblo de Castellfollit de la Roca tiene una larga historia que se remonta al siglo XI, cuando se menciona por primera vez el nombre de “Kastro Fullit” en un documento. Desde entonces, el pueblo ha vivido diferentes épocas y acontecimientos, como la guerra civil catalana del siglo XV, la guerra de los Segadores del siglo XVII, la guerra de Sucesión del siglo XVIII o la guerra civil española del siglo XX.

A pesar de las adversidades, el pueblo ha conservado su esencia y su patrimonio, que se refleja en sus edificios y monumentos. Entre ellos, destacan la iglesia de San Salvador, de estilo gótico y con un campanario octogonal; el puente viejo, que cruza el río Toronell y que data del siglo XIV; la casa consistorial, que alberga el ayuntamiento y el museo etnográfico; o la plaza Mayor, el centro neurálgico del pueblo, donde se celebran las fiestas y los mercados.

El pueblo de Castellfollit de la Roca también tiene una rica tradición cultural, que se manifiesta en sus costumbres, su folklore, su gastronomía y su artesanía. Entre las fiestas más populares, se encuentran la de Sant Roc, el patrón del pueblo, que se celebra el 16 de agosto con una procesión, una misa, una comida popular y un baile; la de Sant Antoni, el 17 de enero, que se caracteriza por la bendición de los animales y la repartición de panecillos; o la de Sant Jordi, el 23 de abril, que coincide con el día del libro y la rosa.

Entre los platos típicos, se destacan el paté de Castellfollit, elaborado con hígado de cerdo, cebolla, ajo, perejil y coñac; el trinxat de col, hecho con patata, col y tocino; o los carquiñolis, unos dulces de almendra y azúcar. Entre los productos artesanales, se pueden encontrar objetos de cerámica, de mimbre, de cuero o de madera.

Un pueblo de naturaleza y aventura

Castellfollit de la Roca no solo te ofrece un patrimonio histórico y cultural, sino también un entorno natural privilegiado, ideal para los amantes de la naturaleza y la aventura. Desde el pueblo, puedes acceder a diferentes rutas de senderismo y bicicleta que te permitirán explorar el parque natural y sus volcanes, como el de Santa Margarida, el de Croscat o el de Montsacopa. También puedes disfrutar de actividades como el kayak, el rafting, el barranquismo o el puenting en los ríos Fluviá y Toronell, o admirar el paisaje desde el aire con un vuelo en globo o en parapente. Y si lo que quieres es relajarte y desconectar, puedes visitar los pueblos vecinos de la comarca, como Olot, Besalú, Santa Pau o Sant Joan les Fonts, donde encontrarás una rica gastronomía, una variada oferta cultural y un ambiente acogedor.

Como ves, Castellfollit de la Roca es un pueblo que lo tiene todo: historia, cultura, naturaleza y aventura. Un pueblo que te sorprenderá por su belleza, su singularidad y su encanto. Un pueblo que te espera para que lo descubras y lo disfrutes este invierno. ¿A qué esperas para reservar tu escapada?

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